miércoles, 6 de mayo de 2015

El IBI vuelve a subir en Los Molinos en torno a un 10%


Llega la hora de pagar el IBI 
En estos días los vecinos y vecinas de Los Molinos hemos visto con disgusto como nos llegaba el anuncio del cobro del IBI. De nuevo, al ver las cartas en las que se nos anuncia lo que tenemos que pagar, nos damos cuenta de que este impuesto supone, para la gran mayoría, un pago que se lleva una parte cada vez mayor de nuestros ingresos que, ya sean provenientes de un salario, de una pensión o de la actividad como autónomos, son cada vez menores.
La mayoría de las personas pagamos más de setecientos Euros por vivienda. Muchos cerca de los mil y bastantes cerca de los mil quinientos.

¿Es alto este impuesto?
Para la gran mayoría es altísimo y supone una parte considerable de sus ingresos anuales (una doceava parte o más). A muchas personas y agrupaciones familiares les supone un gasto que les afecta gravemente a sus ya escasos recursos. Otras personas no pueden pagarlo, porque están desempleadas o porque tienen salarios ínfimos y precarios, y están dejando de hacerlo, porque las necesidades primarias de los suyos están, lógicamente, por delante. Para algunos más, que tienen varias propiedades, que en la mayoría de los casos no consiguen vender ni alquilar, el impuesto puede subir a unas cantidades fuera de su alcance. Lo que hace unos años, en plena burbuja de la vivienda, se creía una riqueza, ahora es una fuente de gastos insoportables para muchos.

¿Es justo este impuesto?
No, no lo es. El IBI es un impuesto claramente regresivo, al cargar el mismo porcentaje (tipo) a personas que tienen pocos recursos que a personas que tienen muchos recursos. Más aun, recae igual sobre personas que tienen sólo una casa (o media casa, como es más que corriente) que a personas o inmobiliarias y, sobre todo, bancos, que tienen centenares, miles o decenas de miles de casas. Otros impuestos, como el de la Renta, tienen porcentajes crecientes por tramos de ingresos, de tal forma que según van subiendo esos ingresos se paga un porcentaje promedio mayor (esto dicho con la salvedad de que los poderosos evaden masivamente su pago, claro). El IBI no tiene en cuenta tampoco los recursos de las personas que habitan en esa casa. Incluso, en muchos casos, lo que se paga por metro cuadrado en un piso o casa modesto, es superior de lo que se paga en una gran construcción.

¿Es necesario este impuesto?
Si se pregunta a los Ayuntamientos la contestación será, sin duda, afirmativa. En el de Los Molinos nos dirán que el 50% de los ingresos que se obtienen provienen del IBI y que cualquier modificación a la baja llevaría las finanzas municipales a la quiebra. Esto es cierto, pero no deja de ser una fotografía de la realidad, no un análisis de la misma.
Pero el que el IBI sea la base de las finanzas municipales no es un hecho ni lógico ni natural, sino un diseño hecho desde el poder político. Nada en los impuestos es natural y menos fatídico. La dependencia que tienen los Ayuntamientos del IBI forma parte de un modelo de financiamiento municipal que, desde hace décadas, ha conseguido ligar a los gobiernos locales al “ladrillo”. Es un diseño pensado y aprobado en el Parlamento por el entramado político-especulador que nos ha gobernado, y nos gobierna, con el fin de ligar sus intereses especulativos con los de los alcaldes y concejales. Un diseño que ha impulsado a la gran mayoría de nuestros Ayuntamientos a fomentar el crecimiento del suelo urbano y de la construcción, para incrementar sus ingresos y sus gastos, sin entrar ahora a hablar de la infaltable y generalizada corrupción.
Ahora, con el derrumbe de la construcción, este modelo “piramidal” (aumentar los gastos y los ingresos haciendo crecer la base de la “pirámide”) ha quebrado y en la medida en que no hay nuevos ingresos y si hay nuevos gastos, la quiebra llega también a nuestros Ayuntamientos que no tienen recursos ni para aumentar ni para mantener los servicios, plantillas e infraestructuras que habían puesto en marcha en la era de “bonanza”. 

Los especialistas coinciden en que en el nuevo ciclo económico y en las próximas décadas, los Ayuntamientos no podrán sostenerse basándose en el IBI, y que su subida continua, como ha venido pasando en los últimos años, choca con el deterioro de los ingresos de la mayoría de las personas y de los grupos familiares. El IBI, aun siendo una carga enorme para la gran mayoría, no es suficiente para garantizar los servicios municipales básicos.
La solución se lleva planteando desde hace años por los espacios municipalistas. Los Ayuntamientos deben recibir más transferencias del Estado y de las Comunidades Autónomas, para garantizar su función. Al fin y al cabo, esas transferencias provienen de la recaudación de los impuestos que pagamos. Lo mismo que las Comunidades Autónomas han recibido el traslado de impuestos estatales, los Ayuntamientos deberían recibir también una parte de esos impuestos estatales. Por ejemplo, una parte del IRPF que pagamos debería ir a nuestra administración más cercana, los gobiernos locales, o una parte del IVA. Esta es la solución para dotar de estabilidad a las finanzas municipales y para no cargarnos con más impuestos y tasas locales a los vecinos y vecinas.
El IBI no puede crecer más. Más aun, el IBI, tal como está concebido, tendría que bajar, especialmente para la primera vivienda y para las personas con menores rentas. Mientras, otros impuestos deberían aumentar su recaudación, como el impuesto de Patrimonio a las grandes fortunas, el IRPF a las rentas más altas y el Impuesto de Sociedades (impuesto sobre los beneficios), no sólo porque hay recorrido en la subida de tipos (que son los más bajos de Europa), sino también porque el fraude de las grandes empresas y de las grandes fortunas proporcionarían decenas de miles de millones de Euros al año.

¿Es alto el IBI en Los Molinos?
Sin duda. No por el porcentaje
(tipo) que pagamos, que es del 0,50% del valor catastral de nuestras viviendas, lo que está cerca del tipo mínimo que permite la ley fijar a los Ayuntamientos (0,40%), sino porque nuestras viviendas fueron tasadas (“ponencia de valores”) en plena burbuja inmobiliaria (año 2005).
Pero además de ser altísimo, el IBI que se nos cobra en Los Molinos es también ilegal, en la medida que las normas que regulan ese impuesto establecen que el valor catastral debe ser fijado en el 50% del valor de mercado de nuestras casas. Cualquiera puede comprobar que las pocas casas que se están vendiendo, lo son a precios en torno a su valor catastral y muchas por debajo del mismo, por lo que los encargados de hacer cumplir las leyes, una vez más, las están incumpliendo.

¿Se puede corregir esta situación en Los Molinos?
En octubre del año pasado (2014), el concejal de Convocatoria por Los Molinos, Luis Fernando San Isidro, presentó dos Mociones al Pleno del Ayuntamiento.
La primera para que se revisara el valor catastral de los inmuebles de Los Molinos (“ponencia de valores”). Esta Moción fue aprobada al ser apoyada por los concejales del PP y la concejala de PLM, después de que los primeros hicieran un aparte y se detuviera el Pleno, pero tuvo los votos contrarios de PSOE y del concejal de PLM.
La segunda Moción que planteó el concejal de Convocatoria por Los Molinos, fue para rebajar el tipo del IBI del 0,50% al 0,47%, para intentar paliar la subida de este año. En este caso la Moción fue rechazada por el nuevo “tripartito”, al sumarse, a los votos en contra del PSOE y PLM, los del PP, partido este último que llevaba en su programa rebajar este impuesto hasta el 0,40% y que había planteado un año antes bajarlo al 0,47%, en un Pleno en el que Convocatoria por Los Molinos no contaba con concejal.

Pero a pesar de la Moción de CLM tendremos que esperar a que Catastro realice “cuando pueda” un nuevo estudio de los valores de nuestras viviendas, que, sin duda se verán rebajados catastralmente hablando, pero que no repercutirá en el IBI que pagamos los vecinos y vecinas, al menos, hasta 2017.
También hay que tener en cuenta que Catastro es un organismo público, pero controlado por el gobierno central y que no se ha mostrado, por esto, favorable a revisar a la baja esos valores, para no disminuir la recaudación y no poner en peligro el déficit público que tiene el Estado, debido, fundamentalmente, a las ayudas a fondo perdido a la banca y los banqueros. Más aun, Catastro ha sufrido también la ola privatizadora de PP y PSOE, y las “ponencias de valores” (como se llaman oficialmente las valoraciones catastrales y como les gusta llamarlas, en cuanto se aprenden la frasecita, a los que se quieren hacer los entendidos) son hechas por empresas privadas contratadas al efecto, lo que tiene dos repercusiones:
La primera es que al Catastro no se le ha dotado de presupuesto suficiente para esas contrataciones, justo ahora que darían como resultado la bajada de los valores catastrales, cuando contaban con recursos importantes cuando las revisiones provocaban las alzas del IBI que se denominaron "el catastrazo".
La segunda, es que esas empresas, que cobran y dependen del Catastro, son susceptibles de ser presionadas para que establezcan los valores que convienen al gobierno. Si esa labor fuera hecha por funcionarios de carrera, éstos tendrían garantizada formalmente su independencia de criterio.
No podemos dejar pasar por alto otro elemento de engaño que intentó usar el alcalde del PSOE en esos debates, al afirmar que se podía ir a una “rebaja por coeficiente” de los valores catastrales en Los Molinos (un método que permite reducir en un determinado porcentaje, idéntico para todos los casos, el valor catastral de los inmuebles de un pueblo). Cuando el alcalde hacía esa afirmación, una de dos, o no sabía que al estar hecha la “ponencia de valores” de Los Molinos en el año 2005 no se nos admitía esa posibilidad, lo que demostraría su desconocimiento e incapacidad, o lo sabía y estaba mintiendo, lo que sería aun peor. 


¿Es injusto este impuesto en Los Molinos?
Lo es, tanto por la enorme carga que supone para la mayoría de los vecinos y vecinas, como porque el destino que se da a una parte considerable de lo que pagamos no es adecuado.
Veamos tres muestras cercanas:
El Ayuntamiento compró, cerca del final de la temporada de caza, conejos, carísimos, por 3.300 €, sin tener obligación de hacerlo. Si tenemos en cuenta que en Los Molinos el promedio que pagamos de IBI por casa es de más de 700 €, todo lo que pagaron por este concepto cinco familias se fue en esa suelta de conejos innecesaria y contraproducente.

El Ayuntamiento, gastó más de 15.000 € en sal este invierno, pudiendo haberla obtenido gratuitamente en El Ventorrillo (si no tuviéramos un concejal de obras tan incapaz y tan "distraido"), lo que supone el pago del IBI de unas 22 familias.
Pero si lo comparamos con los gastos en las subvenciones a los festejos taurinos, resulta que todo lo que pagamos por IBI al año 215 familias se va en corridas de toros a las que apenas asiste gente.
Por otro lado, cuando algunos, desde la "izquierda", intentan hacernos creer que subir los impuestos "es de izquierdas", deberían hacer una reflexión elemental y preguntarse ¿Qué impuestos? y ¿a quién?
Los impuestos deben recaer, por eficacia y eficiencia recaudadora, y por justicia social, sobre los que más tienen. Los que vivimos de nuestro trabajo ya pagamos mucho más de lo que podemos.
Ya es hora de que los que más tienen más paguen.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El IBI en Los Molinos es una exageración ¿Qué piensan hacer los partidos al respecto?
Por cierto, nadie comenta esta noticia.

Anónimo dijo...

PUes es que he revisado mi recibo de este año y el del año pasado y lo que ha pasado es que nos han quitado la bonificacion del estado, he ido a la oficina tecnica y me lo han explicado, el ayuntamietn no ha subido el ibi es que año tras año no estaban adecuando el recibo aplicanodo una deduccion por parte de catastro que este año ha desaparecido, Lo he comprobado y es verdad

Adolfo dijo...

La subida que se ha producido este año es la misma que se viene produciendo desde 2005, que fue cuando, a instancias del PP, se aprobó la nueva valoración catastral ("ponencia de valores").
Cuando ésta se aprueba, no es que el Estado nos conceda una bonificación, sino que se aplica progresivamente la subida.
Otros años la subida no ha sido tan alta como éste, porque ha coincidido con una bajada del porcentaje. Ese porcentaje lo pone el Ayuntamiento y, para este año, PP, PSOE y PLM se negaron a bajarlo.
El caso más chocante es el del PP, que llevaba en su programa bajar el porcentaje (tipo) del IBI al 0,40% y votó en contra de la propuesta de Convocatoria por Los Molinos de bajarlo, para este año, al 0,47%.
PSOE ha sido coherente, pues casi siempre ha estado en contra de la bajada del IBI. PLM ha tenido, como en muchas ocasiones, actuaciones y discursos contradictorios, pero votó también en contra de bajar el porcentaje.
Luego, sí es cosa del Ayuntamiento.

Rarete dijo...

Enhorabuena por el articulo explicativo.Aunque siempre habrá quienes no lo quieran entender y manipularán en beneficio propio.
Solo hecho en falta la mención expresa del IBI exento de las famosas congregaciones religiosas.