lunes, 1 de junio de 2015

Mientras tanto...

Desde el domingo 24 se ha hecho un espeso silencio político en nuestro pueblo.
Ni PSOE, ni PP, ni PLM han hecho valoraciones políticas de los resultados, ni oficialmente, ni por ninguno de sus miembros más notorios, a no ser que consideremos como tales a algunas de las personas que escriben como Anónimos o con seudónimo en este blog.
En el caso de los dos partidos que formaban gobierno sería de gran interés conocer el balance que hacen sobre su salida del gobierno municipal. Aunque probablemente es mejor que lo conozcamos cuando el abatimiento, las malas caras y el sentimiento de agravio que se ve en ellos, deje paso a un análisis más reposado y deje de lado la búsqueda de culpables fuera de sus grupos.
PP, estará, con toda seguridad, en las tareas propias de un partido que va a asumir el gobierno de nuestro Ayuntamiento: preparando qué concejalías van a asumir, medidas que van a tomar, etc., pero también sería bueno que, en este caso con urgencia, definieran las líneas de actuación inmediata, entre las que esperamos que no esté la de subir los sueldos del alcalde y concejales de gobierno, o la reinstauración de los símbolos religiosos en el Salón de Plenos y Ayuntamiento.
Ahora Los Molinos si ha hecho un primer balance, a la manera plural que preside en funcionamiento de este grupo. Está en su blog.
En nuestro pueblo no se plantea ahora la posibilidad de un gobierno diferente al del PP. Los tres concejales del PSOE y la concejala de ALM no dan para esa opción. Pero en otros espacios de la Sierra, de nuestra Comunidad y del Estado, hoy es el debate principal. Debate al que hay que añadir el debate de fondo sobre cómo articular las mayorías populares para el cambio de modelo social y económico.
En este sentido incluimos un artículo publicado hoy mismo por Alberto Garzón, donde toca de manera analítica esta situación. Lo incluimos por el valor de sus reflexiones y por su interés, también para Los Molinos, aunque no es costumbre de este blog usar el corta y pega.

Adolfo Rodríguez Gil
La Unidad Popular es el único camino. Alberto Garzón
01 jun 2015
En los últimos meses, miles de personas corrientes han dedicado innumerables esfuerzos a constituir las llamadas candidaturas de unidad popular en muchas ciudades del país. Protagonistas, ritmos, códigos políticos y hasta nombres y logotipos han variado de un lugar a otro. Los resultados, naturalmente, han sido igualmente dispares.
En la mayoría de las plazas electorales, por lo general municipios pequeños y medianos, ni siquiera se llegó a intentar porque no había con quién unirse. En muchos otros espacios los intentos acabaron empantanados en rocosas negociaciones entre distintos partidos, corrientes, facciones e intereses, derivando casi siempre en varias candidaturas enfrentadas entre sí. Y en pocos sitios, muy pocos, se concluyó con candidaturas que aglutinaban a la totalidad de los sujetos políticos contestatarios del territorio en cuestión. En definitiva, los procesos no han sido nada fáciles y han estado cruzados por ingentes obstáculos de distinta naturaleza (jurídicos, materiales, metodológicos… pero casi nunca, por cierto, político-programáticos).
Tras los resultados y con este complejo puzzle es fácil que cada cuál encuentre un hábil argumento con el que justificar una prejuiciosa posición sobre la unidad popular o sobre el tipo de unidad popular necesaria. Y eso ocurre incluso aunque se trabaje con votos y, por lo tanto, con números que conceden a nuestras ideas la siempre elegante apariencia de rigurosidad. Pero los economistas bien sabemos que los datos pueden siempre torturarse hasta que confiesen lo que nos apetece. Y aquí no es distinto, sea la lente morada, verde o roja.



¿Fue AhoraMadrid, Barcelona en comú o la Marea Atlántica la demostración de que la Unidad Popular es el instrumento para ganar las ciudades para la gente? Pues depende. Y a veces a esa duda seguirá una interminable lista de comparaciones y argumentos rocambolescos que, por lo que estoy viendo, tiene más de ingeniería social que de análisis político. Unos dirán que lo de AhoraMadrid era por la fuerza del liderazgo de Carmena; otros que ese liderazgo no existió en Coruña; otros que Zaragoza en común sacó los mismos votos que Podemos; otros que IU en Zamora consiguió en solitario un 30%; otros que Podemos sacó en Cádiz un 29% y Cádiz en Común un 8%; otros que si Ganemos Córdoba e IU Córdoba hubieran ido unidas se hubiese ganado la alcaldía… No faltarán argumentos o excusas para lo que sea.
Cuando algunos afirmamos que «la Unidad Popular es el único camino» estamos siendo ciertamente rotundos. Pero para explicarlo adecuadamente conviene añadir cuatro cuestiones relevantes. La primera, ¿a qué llamamos realmente Unidad Popular? La segunda, ¿para quién es el único camino? La tercera, ¿hacia dónde nos dirige ese camino? La cuarta, ¿cuál es el método de la Unidad Popular? Todas ellas son preguntas que me parecen esenciales.
En primer lugar porque la Unidad Popular no es una herramienta de comunicación política o una marca electoral. Es, muy al contrario, un instrumento político para transformar la sociedad. Y en tanto que la sociedad no se transforma únicamente mediante las elecciones, la Unidad Popular es algo más amplio que un acuerdo para conformar candidaturas electorales. La Unidad Popular son las mareas en defensa de los servicios públicos, las huelgas generales o las movilizaciones populares para detener desahucios. En todos esos momentos políticos hay transversalidad de actores (varios partidos, sindicatos o gente no adscrita a organizaciones) y en todos ellos hay fines políticos y medios enfocados desde la unidad. La hipótesis que subyace es que no es posible transformar la sociedad sólo ganando las elecciones o sin una ciudadanía activa que ejerce su papel continuamente. De ahí que una de las muchas y grandes enseñanzas que ofreció Ada Colau durante la gestación de Barcelona en comú fue la explícita intención de «luchar juntos en las instituciones lo que antes se había luchado juntas en las calles».
En segundo lugar, porque conviene desvelar al beneficiario de la Unidad Popular. Al fin y al cabo, lógicamente uno puede dudar de si quien sale verdaderamente favorecido con un proceso de Unidad Popular es el pueblo, como ente abstracto, o por el contrario el sujeto que recibirá el acta de concejal o de diputado. O incluso las formaciones que, en aras de la unidad, salvan su existencia electoral o mejoran sus ingresos económicos. De la misma forma que puede negarse la Unidad Popular exactamente por las mismas razones. Tanto da. A estas últimas posibilidades solemos llamarlas tacticismo, es decir, una toma de decisiones empujadas no por convicciones sino por razones de índole no esencialmente política.
Pero, en ausencia del siempre bochornoso tacticismo, ¿quién se beneficia de la Unidad Popular? A mi juicio, la gente corriente y sencilla. Los de abajo, la base explotada de un sistema político y económico diseñado para el saqueo y el expolio. Quienes organizándose políticamente pueden evitar la consolidación de un orden social regresivo dirigido por una minoría social. Es decir, quienes tienen en su mano evitar la consolidación del neoliberalismo como proyecto económico, social y civilizatorio. Sin Unidad Popular, sin mareas y sin candidaturas populares, el capitalismo se reajustará sobre la base de nuevas y dolorosas medidas contra la gente y el medio ambiente. No hace falta mirar al horizonte puesto que ya está sucediendo tal reajuste, entrando en un escenario de precariedad estructural. Esos son los retos ante los que la Unidad Popular es la respuesta. Así las cosas, la Unidad es necesaria no para las formaciones políticas y sus miembros, como maquinarias burocráticas o burócratas, sino para la gente y sus aspiraciones de vivir bien.
En tercer lugar, la Unidad Popular tiene objetivos políticos y no meramente electorales. Es decir, si hay que frenar al neoliberalismo y, además, construir otro mundo necesario y posible, necesitamos entender que no vale con aspiraciones mediocres -tanto electorales como no electorales. Dicho de otro modo, la Unidad Popular no aspira a conquistar el 20% del electorado sino a representar a la mayoría social y ser instrumento de cambio real. Eso significa que un 5%, 10% o 20% es siempre insuficiente. Del mismo modo que es contraproducente convertir lo que es un movimiento político y social en una maquinaria electoral. Estas son las críticas que siempre, desde mi militancia más activa, he realizado sin descanso a la deriva institucionalizada de IU.
Así las cosas la Unidad Popular se define en torno a un marco político-programático del que se está hablando muy poco. ¿Cómo van a poder resistir las candidaturas de unidad popular la reacción del poder económico? ¿qué tipo de coordinación popular necesitamos para desarrollar nuestros proyectos rupturistas? ¿cuál es la política de alianzas de una fuerza rupturista en un marco como el actual? ¿con qué cuadros y personas con preparación se cuenta para todo el proyecto? Todas estas preguntas, que son las verdaderamente cruciales, están demasiado abandonadas en beneficio de los cálculos electoralistas.
En cuarto lugar, la Unidad Popular ha de construirse desde abajo y de forma participativa. No podría ser de otra forma si hablamos de movimientos de democracia radical. Ahí los ecos muy actuales del 15-M, pero también de la Comuna de Paris. Sin embargo, los diseños concretos de los mecanismos pueden variar en función de contextos y realidades políticas. Lo que sí que no cabe es la vieja idea del “Frente Único por la Base”, que traducido al lenguaje coloquial es algo así como “la unidad popular soy yo”. Esa desastrosa idea fue dominante en los partidos comunistas de los años veinte y treinta, hasta que el fracaso estrepitoso hizo cambiar de estrategia. En España fue Bullejos quien, como secretario general del PCE, mantuvo hasta 1932 una posición dogmática y sectaria para impedir negociaciones con otras fuerzas políticas. Para Bullejos el PCE era en sí mismo la Unidad Popular. El fracaso de las izquierdas en las elecciones de 1933 –sólo un diputado por el PCE, y además en heterodoxa candidatura de unidad malagueña- catalizó los cambios y ya en 1936 cristalizó el Frente Popular. Al fin y al cabo, la Unidad Popular se construye desde la autonomía de todos los participantes y los socialistas no iban a entrar en la “Unidad Popular” del PCE bajo los aparatos del propio PCE.
Ahora bien, ¿por qué he querido hacer estas aclaraciones? Me parecía honesto señalar que los retos ante los que nos enfrentamos son tan grandes que requieren de la generosidad, el trabajo y el ánimo de todos nosotros. Y que eso comienza con hacer análisis adecuados y, en la medida de lo posible, desprovistos de juicios preestablecidos.
Para mí Ahora Madrid, Zaragoza en Común, la Marea Atlántica o Barcelona en comú sí son constataciones de que la Unidad Popular es el instrumento necesario. Y creo eso mismo porque han logrado romper el juego tradicional del bipartidismo, responsable político de la situación actual y del giro neoliberal. Me importa bien poco que las candidaturas de Unidad Popular hayan sacado más o menos votos que las de Podemos o IU en solitario. No me parece ese el debate.
Lo que me preocupa es que en las autonómicas no haya existido esa ruptura y que ninguna fuerza contestataria haya superado el 14% de votos de media. Pues ese voto político es el que puede trasladarse fácilmente a unas elecciones generales. Significativamente supondría abrir la puerta a un parlamento más plural pero también a un gobierno igualmente comprometido con la oligarquía y sus intereses. No obstante, me interesa, y mucho, lugares donde la suma generosa de esfuerzos ha irrumpido en el escenario o directamente ha roto el dominio del bipartidismo. Y eso ha ocurrido en bastantes municipios a través de las candidaturas de unidad popular. Pues es allí donde me parece que se ha interiorizado gran parte de las ideas anteriores, y donde muy especialmente se han superado los patriotismos de siglas por el patriotismo de clase, fracción de clase o como cada uno quiera llamar a las subjetividades compartidas que nacen de condiciones materiales compartidas.
Pienso, en consecuencia, que trabajar en esta idea de Unidad Popular de cara a unas elecciones generales puede romper la perversa dinámica actual –que es económica antes que política. Ello implica asumir que existirán muchas dificultades, enormes quizás, pero es que no hay alternativa si no queremos ver en unos años todos nuestros sueños carbonizados. Si no se consigue, efectivamente muchas organizaciones con las que la gente sencilla se siente por lo general muy bien representada seremos competidores electorales. Los resultados serán mejores o peores para cada una de las organizaciones, y mucho tiempo falta para definir esos espacios en liza, pero me temo que serán malos sin duda para la población en general. Una oportunidad histórica que podría perderse y de la que nos lamentaríamos enormemente en el futuro.
Lo hemos dicho otras veces: no nos jugamos las próximas elecciones sino las próximas generaciones. Y estar a la altura pasa, a mi juicio, por pensar políticamente. No es cuestión de sustituir una maquinaria electoral por otra o unos concejales por otros. Se trata de Política con mayúsculas. La que nos afecta a nuestras vidas sencillas.

18 comentarios:

Yo tampoco me callo dijo...

Espero que esta vez sí respeten la libertad de expresión que dicen ustedes que anima a este blog y no borren mi entrada.
Interesante artículo el de Alberto Garzón, llamando a la unión de todas las fuerzas progresistas en un bloque comun de cara a las elecciones generales. Es una lastima que la respuesta de Pablo Iglesias haya sido la que ha sido: que "Podemos sea el “paraguas” que aglutine a todos los que quieran sumarse al “cambio”. “Tenemos una hoja de ruta que pretende llevarnos a las elecciones generales siendo un espacio que se construya y que sea asumido por los principales sectores sociales como referencia del cambio”.
Subordinación de las demás fuerzas, que ya quiso utilizar en la noche electoral: de todos los grupos que forman "Ahora Madrid", Iglesias fue el único que quiso protagonizar y rentabilizar el triunfo de todos y se subió al escenario, junto a Manuela Carmena (no los responsables de Ganemos, de Equo, de IU-critico, de las mareas...).
Un saludo

M dijo...

Al hilo del artículo de Alberto Garzón me gustaría preguntaros ¿cuál es vuestro modelo de confluencia el de Ahora Madrid en el que se "prohiben" las siglas y la militancia de gente de otros partidos o el de Barcelona en Comú que permite que en las listas vayan personas que siguen perteneciendo a otras formaciones políticas y que se unen para un fin determinado?
Esta pregunta pretende simplemente crear un debate que creo que es muy necesario, al margen de calificar actuaciones y declaraciones concretas de líderes políticos directamente implicados en este tema.
Un saludo.

Yo tampoco me callo dijo...

Con respecto a las valoraciones políticas de los resultados obtenidos en Los Molinos, las cifras son curiosas. Le diría:
-PSOE: a pesar del desgaste que ha tenido por ostentar el gobierno municipal, ha subido un 4,32% (del 24,58 en el 2011 al 28,90 en el 2015). Estarán, por tanto, satisfechos del trabajo que han realizado. Más si tienen en cuenta que con solo una veintena de votos más hubieran conseguido un cuarto concejal. Y sin cambiar todas las caras de los candidatos.
-El PP ha perdido un 1,03% (del 46,11% en el 2011, al 45,08% actual).
-PLM: se ha dado un gran golpe y ha perdido el 9.85% de sus votos (del 17,92% en el 2011 al 8,07% actual). Han perdido sus caras más progresistas y han elegido a un cabeza de lista que, en mi entender, estaba quemado.
-Ustedes: si los resultados que han obtenido se comparan con los resultados de la coalición IU-CLM de 2011, sólo han sacado un 1,76% de votos más que entonces (8.72% en el 2011, 10.48 ahora). Muy alejados de las quinielas que se barajaban en este blog antes de las elecciones. Y en el ayuntamiento, además, han sacado un 2,74% de votos menos que Podemos (su partido matriz) en el pueblo. Podemos, un 13,22%; ALM, un 10.48%. Yo creo que ustedes han sido muy prepotentes y sus resultados no son como para tirar cohetes, sobre todo comparándose ustedes (ALM) consigo mismos (Podemos). Eran ustedes los que presumian de comerse al mundo
IU: ha perdido un 2,77% con respecto a sus resultados del 2011 (8,72% entonces, 5.95% ahora). Lo malo en este caso es que la izquierda, como tal, ha perdido a su único representante.
Un saludo

Señor M. dijo...

Nosotros no somos partidarios de prohibir a nadie la militancia en ningún partido. Entendemos que la confluencia popular debe permitir a las personas que se integran en ella sentirse cómodas y expresarse libremente. De todos modos, me parece que Ahora Madrid no ha prohibido a nadie militar en ningún partido (no he seguido el proceso muy de cerca e igual estoy equivocado). Un saludo. Miguel García.

M dijo...

Cuando dices "nosotros" ¿a quién te refieres?. Tengo entendido que Podemos no admite en sus filas a gente que milite en otros partidos (Izquierda Anticapitalista).
No entiendo esta postura sobre todo últimamente oyendo a Pablo Iglesias decir que Podemos es un "instrumento" del cambio. Hace meses sus expectativas de voto eran mayores y entonces sí que era un partido que quería dominar, ahora es un instrumento...en fin.
La promotora de Ahora Madrid se opuso a que se unieran personas que militaban en otros partidos, cosa que no ocurrió en Barcelona. Esto olía muy mal y parecía un táctica muy clara basada en unas expectativas de dominio por parte de Podemos que no se han producido (sóloS han llegado al 14% en las autonómicas). En mi opinión esto se debe a un exceso de humildad de Podemos que el mismo Iglesias ha reconocido públicamente.
No he entendido la postura de Podemos en Madrid (bueno, creo que sí,) a que se diera una unión como en Barcelona.
A ver qué nos depara el futuro...
Gracias de todas formas.

Yo no me callo dijo...

A la persona imitadora de mi nick inimitable:
Hay un tratamiento erróneo de los % en tu comentario. Dices, por ejemplo, "el PP ha perdido un 1,03%", deberías decir "el PP ha perdido 1,03 puntos". Perder un 1,03% hubiera sido perder 11 votos, redondenando y perdió 28 votos con respecto a las elecciones de 2011.
Esa corrección debes extenderla a todos los demás comentarios que haces, desde unas matemáticas que dices que son curiosas... Y que conste que no tengo nada contra la gente de letras, todo lo contrario.
Puestos a curiosear matemáticamente hablando, comparar los resultados de ALM con los de IU-CLM no es correcto del todo, a pesar de que ALM ha superado en 40 votos los resultados de cuando iban con IU.
Sería, quizás, más correcto, comparar la suma de votos de ALM e IU (que se quedó sin concejal) en estas elecciones, con los de IU-CLM en las pasadas. Suman 381 votos, lo que son 178 votos más que lo que obtuvo IU-CLM cuando fueron juntos. Total, hubieran obtenido, siguiendo con las "curiosidades" matemáticas, dos concejales, arrebatándole uno al PP.

Yo tampoco me callo dijo...

Respuesta a mi inestimable colega Yo no me callo
Da gusto cuando alguien tan instruido como usted da clases a quien quizá no ha podido recibirlas en su momento. Yo humildemente hablaba de los porcentajes que en las elecciones aparecen después del número de votos. Y si, estimado colega, he repetido ahora (y cuando tuvieron a bien borrar mi entrada en este blog) que IU no ha conseguido ningun escaño, hecho que realmente me ha entristecido, porque es el único partido que representaba a la izquierda en este pueblo, y esto es una mala noticia. Y sí, como usted señala, ALM ha sacado 40 votos mas ahora que en las anteriores elecciones en las que iba en coalición, pero se ha quedado muy por debajo de las expectativas que mostraba en este digno blog, con un numero de concejales muy a la alza. Y es una pena para ustedes que, aunque el fundador o inspirador en el pueblo de Podemos y de ALM sea una misma persona o un mismo pequeño grupo, la gente del pueblo no se haya fiado tanto de él como de Podemos a nivel autonómico. Quiza deberian preguntarse ustedes por que, ya que piden al resto de los partidos que hagan su propia autocritica.
Un saludo

L dijo...

Entiendo que Yo tampoco me callo hablaba del porcentaje de votos que ha tenido cada partido y de las diferencias de ALM con su marca Podemos. En cuanto al debate sobre la confluencia, que pregunta M, a mi también me interesaria saber cual es vuestro modelo concreto: el de Ahora Madrid o el de Ada Colau en Barcelona, porque son diferentes. Y si considerais que vosotros sois los que teneis que marcar el paso y el rumbo a los demás.
Me gustaria tambien señalar a Miguel Garcia que debería informarse un poco mejor de lo que estipula su partido de cara a posibles confluencias. Resulta muy ingenua su respuesta.
Con respecto a la no-confluencia que ha habido en Los Molinos, después de preguntar y de informarme en los últimos meses, y de leer lo escrito en ambos blogs, creo que de aquellos barros han llegado estos lodos y que no se haya podido dar, y me parece una hipocresia hablar de la suma de los votos de ambas candidaturas si hubieran ido unidas. Y realmente no culpo a IU, que es un partido que lleva en su raiz la confluencia, sino a aquellos que con sus actuaciones la provocaron.
Ahora toca mirar hacia delante, pero sin mesianismos ni subordinaciones.

L dijo...

Cuando digo que no culpo a IU, me refiero a la asamblea de IU Los Molinos

Yo tampoco me callo dijo...

Estimado amigo Yo no me callo: tras su atenta corrección de ayer, me he buscado un profesor para refrescar mis matemáticas. Vuelvo a recordarle las cifras, esta vez en votos:
Diferencia entre las Municipales 2011 y 2015:
+PP: 1073-----1045: han perdido 28 votos
+PSOE: 572-----670: han ganado 98 votos, a pesar de su desgaste en el gobierno municipal y por una veintena de votos no han tenido un concejal más. No lo habrán hecho tan mal. Es el partido que más ha subido.
+PLM: 417---187: se han pegado la gran torta.
+ALM: 203 (coalición IU-CLM en 2011)-----243: han sacado solo 40 votos más, a pesar de presentarse como la salvación del pueblo y de ningunear a IU. Los insultos y descalificaciones de todo el mundo se pagan en un sitio en el que todos se conocen ¿sabe usted?
+IU: 203 (coalición IU-CLM)---- 138: han perdido 65 votos. Es una pena que por un puñado de votos más no hayan conseguido un concejal
-Comparativa de ustedes consigo mismo en municipales-autonómicas en Los Molinos 2015:
+ Podemos Los Molinos: 307 votos/ ALM: 243 votos: han perdido ustedes 64 votos frente a su partido matriz. ¿No les da que pensar?, ¿prepotencia de ustedes, falta de confianza de sus electores?, ¿creen ustedes que son el verdadero aglutinante de la izquierda (bueno, siempre y cuando ustedes se consideren izquierda…)
-Comparativa de IU Los Molinos- IU Comunidad de Madrid 201 en Los Molinos:
+IU Comunidad de Madrid: 79 votos/IU Los Molinos: 138 votos. IU Los Molinos ha sacado 59 votos más en las municipales. Y esto a pesar de la crisis en su formación, que espero sepan enfrentar y solucionar. ¿Mayor confianza de los electores en personas que conocían?, ¿capacidad de diálogo de esta candidatura?....
A las convergencias se llega desde los valores, programa, objetivos, pero también desde el respeto y la confianza. No desde la prepotencia y la imposición, sino desde el diálogo y la humildad.
Un saludo

Yo no me callo dijo...

El último comentario recomienda respeto y confianza, diálogo y humildad.
Su comentario está lleno de esos valores que defiende (ironía)
Entiendo que algunos están desarbolados y que no pueden dejar de echar la culpa a otros de su fracaso, pero ¿hasta cuándo van a seguir autoengañándose?

ACH dijo...

Desarbolados ?Es a ti a quien los árboles no te dejan ver el bosque
Fracaso ? Será el de CLM al intentar hundir a I.U-L.M
Autoengañandose? De verdad crees que con esos comentarios ALM tiene mucho mas recorrido?
Y ya puestos a quizás, a lo mejor si ALM no se hubiera presentado I.U. hubiera sacado 2 concejales quitando la mayoría al PP . Mira Cercedilla que no edtá muy lejos.

Anónimo dijo...

Cercedilla.... Que va a gobernar en solitario?

Anónimo dijo...

Seguid discutiendo sobre el sexo de los ángeles, que mientras tendremos PP para cuatro años. Parecéis críos o jubilatas desocupados, que es un poco lo mismo.

Anónimo dijo...

Sigo y lo dejo: Está visto que votaros a vosotros o a IU es inútil porque váis a seguir dilapidando vuestra capacidad dialéctica en asuntos como los que discutís aquí y que no tienen ninguna utilidad práctica. Y como yo no soy votante del PSOE ni del PP, me parece que me váis a condenar a la abstención en las próximas municipales.

Anónimo dijo...

Ya, y lo bien que se lo pasan éstos y aquellos dilapidando su capacidad, tiempo e ingenio. Y mientras los de siempre decojonaos de la risa diciendo: que sigan, que sigan con sus bolgs y sus pamplinas, y nosotros en el poder. A ver si aprenden...

Adolfo dijo...

Efectivamente, a estas alturas estas discusiones están un poco de más.
El futuro dirá lo que es el futuro.

Yo tampoco me callo dijo...

Señor Rodriguez: los comentarios a esta entrada de su blog, más que discusiones, han sido reflexiones sobre el articulo con las declaraciones de Alberto Garzon llamando a la unidad popular, que usted ha colgado en él(aunque no ha colgado, sin embargo, los comentarios de Pablo Iglesias autoproclamando a Podemos como paraguas y guía de todas las demás fuerzas politicas, que debian subordinarse a ese partido. Ay! estos triunfalismos inutiles, que solo desunen).
Han sido tambien reflexiones sobre la valoración hecha en este blog de las elecciones, en la que usted pedia autocríticas a todos los demás partidos, pero no hacian ustedes lo mismo con ALM con respecto a Podemos Los Molinos. A veces la medicina que se manda a los demás molesta cuando llega a casa, como le ha pasado a mi colega Yo no me callo.
Pero le doy la razón en una cosa: el futuro está abierto. Frente a la prepotencia y mesianismo espero se imponga el sentido común y la unión de los demócratas, dentro de unas reglas de juego aprobadas por todos. No es tiempo de tutelas ni de subordinaciones.
Eldiario trae hoy un interesante artículo sobre este tema; les sugiero su lectura.
Un saludo