miércoles, 9 de octubre de 2013

Comienza la temporada de caza

COLECTIVOS ECOLOGISTAS RECLAMAN MAYOR CONTROL Y TRANSPARENCIA EN LA GESTIÓN DE LA CAZA
Comienza la temporada de caza en la Comunidad de Madrid, una actividad ejercida en el 72% del territorio regional por tan sólo el 0,5% de la población.


Esta semana comienza la nueva temporada de caza en la Comunidad de Madrid. Esta actividad, una vez más, se realiza dando prevalencia a los intereses de los colectivos de cazadores frente a las necesidades de conservación. Los colectivos ecologistas: ARBA, Asociación Ecologista del Jarama "El Soto", Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo, una año más, reclaman una mayor regulación y control de la caza, acordes con los tiempos actuales y que reconozcan los derechos de los no cazadores. La caza, actividad basada en matar animales por diversión, no solo no respeta los derechos de los animales, sino que además supone un riesgo para el ejercicio de otras actividades en la naturaleza.

El próximo jueves 10 será el primer día hábil de la temporada de caza 2013-2014(1) y continúa sin mejorar nada con respecto a las pasadas. Ni transparencia ni datos científicos que justifiquen la gestión realizada por la Consejería de Medio Ambiente, dirigida por Borja Sarasola. En la Comunidad de Madrid es posible cazar prácticamente durante todos los días del año sin que exista transparencia en la gestión ni estudios científicos que justifiquen las decisiones tomadas por la Administración Regional en la orden de vedas.

Según datos ofrecidos por la Consejería de Medio Ambiente, la pasada temporada de caza 2012-2013 contó con 32.850 cazadores - tan sólo el 0,5% de la población de la región-, los cuales abatieron 3.457 jabalíes, 1.783 ciervos, 877 gamos, 191 corzos, 482.238 conejos, 33.825 liebres, 222.986 perdices, 4.332 zorros, etc. En total 1.026.923 animales, lo que supone una media de 31,26 animales por cazador.

Si transformamos los datos de animales cazados en kilos de carne, tomando los pesos medios de cada especie cinegética, los resultados son más llamativos. Durante la última temporada se abatieron animales correspondientes a 2.061 toneladas de carne. Del total destacan los 795.692 kilos de conejo, los 395.826 kilos de jabalí o los 320.940 kilos de ciervo.

A pesar de este elevado número de ejemplares muertos, no existen estudios sobre las poblaciones cinegéticas que acrediten que su eliminación es compatible con su supervivencia y conservación a nivel regional. Casos dramáticos son los de la codorniz y la tórtola común cuyas poblaciones están en regresión tanto a escala nacional como regional.

En el caso de la codorniz, el programa Seguimiento de Aves Comunes en España (SACRE), obtiene para el periodo (1998-2012) un declive de un 53,32% a nivel nacional. En el caso de la tórtola común, el programa SACRE, obtiene para el periodo (1998-2012) un declive generalizado en toda España con un descenso del 29,27% de las poblaciones a nivel nacional. A pesar de esta situación en la pasada temporada se han abatido 12.134 tórtolas y 2.700 codornices.

Por otro lado, durante la temporada de caza se imponen los derechos de una minoría cazadora (0,5% de la población) sobre el resto de la población no cazadora. La actividad cinegética que se ejerce sobre el 71,6% del territorio madrileño, impide o limita el disfrute de la naturaleza del resto de usuarios y supone un riesgo para el ejercicio de actividades al aire libre.

Por todo ello, ARBA, Asociación Ecologista del Jarama "El Soto", Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo califican de irresponsable a la Dirección General de Medio Ambiente y reclaman una mayor regulación y control y de la caza, así como mayor transparencia de su gestión, acordes con los tiempos actuales y que reconozca el derecho de los no cazadores a disfrutar de un medio ambiente seguro.

Más información: Mª Ángeles Nieto 656 92 50 82 Raúl Urquiaga 675 56 91 18 Antonio Martínez 616 17 94 42

10 comentarios:

Adolfo dijo...

Hoy he estado paseando por el monte y he visto más de una docena de coches de cazadores aparcados junto a los caminos, en los prados y en zonas escondidas.
La mayoría no llevaban el permiso del Ayuntamiento.
También he encontrado cartuchos recien disparados tirados por algunos cazadores muy poco respetuosos, por no decir muy guarros.
Varios cazadores que he visto cruzaban y recorrían los caminos y vías pecuarias sin llevar la escopeta desmontada, como marcan las normas para salvaguardar la seguridad de los paseantes.
¿A qué se deben estas irregularidades? ¿Va a actuar el Ayuntamiento en consecuencia? ¿La sociedad de cazadores va a pedir a sus socios que cumplan las leyes?
El monte es de todos y de todas.

Anónimo dijo...

Eso lo hacen todos los años, no es cosa nueva, con lo cual la reincidencia es tradicional. Van en panda casi siempre y la mejor caza que consiguen es la que llevan en el macuto porque cada día los cartuchos son más caros y los conejos no se repueblan como antes porque cuesta un dineral mantener los vivares y este pueblo se ha dedicado casi en exclusiva al ladrillo y ya se sabe cómo está el patio. A mí ni me molesta ni me deja de molestar que cacen porque conozco a más de un cazador y sé que los primeros que no ven bien ensuciar el pinar son ellos. No sé, pero creo que deberíamos ser un poco más flexibles para con los demás. A mí los que de verdad me molestan son los de cross y algún ciclista que confunden el campo con un circuito de competición.

Adolfo dijo...

Yo me sentiría hipócrita si criticara la caza. No la estoy criticando, sino algunos de sus aspectos en Los Molinos.
Especialmente aquellos que pueden afectar a las personas que pasean, que somos varias decenas de veces más que las que cazan. Es ilegal, peligroso y sancionable que se dispare en los caminos y hacia los caminos, por mucho que esto sea más fácil para un mal cazador.
Alguna vez, no en Los Molinos, algún cazador me ha advertido de que tuviera cuidado por pasar por allí. A lo que yo les he dicho siempre, de manera educada, que quien tiene que tener cuidado es quien puede causar daño a otros, en este caso quien lleva un arma.
Incluso, en Collado Mediano, hace años, pusieron letreros en la sierra del Castillo diciendo que estaba prohibido pasear en temporada de caza.
También hay otros aspectos, como el ruido, que afecta a personas y especies no cazables, el subir con coches, el dejar tirados los cartuchos de plástico, el usar munición de plomo, que es muy contaminante y que es tragada por otros animales, y el que nunca se haya hecho un estudio serio sobre qué tipo de caza soporta un territorio tan pequeño y machacado como Los Molinos.
Los planes cinegéticos los encargan y pagan las sociedades de cazadores y en ellos se dicen, a veces, auténticas barbaridades para justificar un determinado tipo de caza.
Es cierto que hay muchas más cosas que molestan, que dañan y que se deben controlar, como los niñatos, y no tan niñatos, en moto por los caminos y fuera de ellos, los ciclistas que se creen que están en una competición, o que bajan fuera de los caminos abriendo nuevas sendas, o que van dando voces que se oyen desde kilómetros, la gente que no controla a sus perros, etc.
Pero que haya cosas mal hechas no quita que se critiquen otras también mal hechas. Como el que se hayan hecho cosas mal "desde siempre" no quita que haya que pedir que se dejen de hacer mal.
De eso se trata, al menos para mi.

Anónimo dijo...

Pues vuelven los lobos a la sierra de guadarrama!!

Anónimo dijo...

Uy que miedo... que viene el lobo.
Menos mal que tenemos machos aguerridos que nos librarán de que nos coma.

Anónimo dijo...

Si no quereis motos ni bicis en el monte que nos pongan un circuito. Mientrastanto el monte es de todos.

Anónimo dijo...

Si ni queréis mierda, no caguéis en la calle..la responsabilidad de cada uno, el bien común, es una de las cosas que nos hacen personas..aprendelo, anónimo de los circuitos, lo que tu quieras, no debe estar por encima, de los derechos de los demás, si vas en moto o bici, hazlo, de forma respetuosa para el resto.

Adolfo dijo...

Las motos y los vehículos a motor no autorizados no pueden circular por las vías pecuarias, ni por los caminos rurales que así se establezca.
Las bicis no son un problema siempre que vayan a menos de 20 Km/h, respetando a las personas, al ganado y no se salgan de los caminos.
Lo de las bicis no fue un problema cuando eran unas docenas, pero ahora, con la masificación, sí lo son y muchos municipios están regulando su tránsito, prohibiéndolo en algunos caminos y fuera de los caminos. Las bicis de montaña, especialmente cuando hacen descenso fuera de caminos, terminan creando grandes surcos y levantando la vegetación.
Para que el monte siga siendo de todos/as hay que cuidarlo y respetarlo.
De eso se trata.

elaznar dijo...

De acuerdo contigo, Adolfo. Yo he sido ciclista hasta hace ocho años y de entonces aquí, el número de ciclistas se ha multiplicado ostensiblemente, así como su agresividad. Me atrevería a decir que hay un tipo de ciclista claramente peligroso, sobre todo en la modalidad de descenso, en la que se alcanzan velocidades de más de 40 Km/h, y que la realizan por cualquier pista, ya fuera la cuerda del Hueco Peñota o el camino de la presa. Cuando salgo con mi perro procuro hacerlo fuera de caminos por no cruzarme con este tipo de ciclistas, que parece que llevan dentro toda la mierda competitiva que traen de sus empresas grabada a fuego en su cerebro. Y ni qué decir de la subida a la Fuenfría: está tomada por esta turba de ambientados. Personalmente, cuando ando por esa zona, prefiero subir por la calzada romana o la vereda de enmedio antes de compartir pista con ellos.

Anónimo dijo...

¿Has estado paseando por el monte? Pasear con coche, no es pasear. y ¿quien te ha dado permiso?