A Dios rogando y con el mazo dando. Así se puede calificar la política de conservación de la naturaleza de la Junta de Comunidades de Castilla y León y de la Comunidad de Madrid, que han autorizado el próximo sábado 18 de septiembre el final de etapa de la Vuelta Ciclista a España en el alto de Las Guarramillas, popularmente conocido como la Bola del Mundo.
Efectivamente, por un lado se plantea que esta zona sea parte del Parque Nacional, dentro de la zona delimitada como de “máxima protección”, mientras que por otro, se fomenta la concentración de una enorme caravana como la que siempre acompaña a la Vuelta. Hablamos de centenares de coches, camiones, motocicletas, helicópteros y todo tipo de vehículos, así como miles de personas, entre los 1.800 y los 2.258 metros de altitud, en una zona de especial fragilidad para la flora de alta montaña, lo que hace que el impacto ambiental sea mucho mayor y más duradero.
La cumbre de Las Guarramillas y sus inmediaciones constituyen un hito orográfico, cultural y escénico en la Sierra de primer orden, en el que lo único que debería primar es su conservación. Por este motivo, utilizar este entorno como una simple rampa empinada para una carrera ciclista no puede sino calificarse de despropósito.
La Coordinadora Salvemos la Sierra muestra su rotundo rechazo al uso de esta zona de la Sierra en esta prueba deportiva, para la que existen numerosas alternativas sin el impacto ambiental de la que se ha elegido. Por ello, anuncia que apoyará acciones pacíficas de protesta como la marcha que, el mismo día 18 y convocada por Amigos de la Tierra y otros colectivos, partirá desde Cercedilla hasta el Puerto de Navacerrada. Asimismo, la Coordinadora trabajará para que agresiones como ésta no se repitan en el futuro.
2 comentarios:
esto ya es de risa, coño aqui molesta todo, que lastima......
Ay que jo...¿ai algo que no os parezca mal?
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