Nelson Mandela
ha muerto. Comienzan ahora los artículos y las declaraciones loando su persona
y su obra al estilo de estos tiempos, es decir, todos se “apuntan” a hablar
bien de él puesto que ha acabado siendo un “personaje” de prestigio que parece
que también lo otorga a quien lo ensalce.
Quienes
levantan vallas metálicas y ponen concertinas para evitar que entren en este
país los subsaharianos le alaban por su lucha contra el apartheid. Los que con
sus nuevas leyes pretenden acallar cualquier crítica o expresión de
descontento, imponiendo multas astronómicas y penas de cárcel parecen olvidar que
los años que Mandela estuvo preso fue
por defender los derechos civiles de la población negra de su país no
respetados por una minoría corrupta y elitista
que los despreciaba como personas y los condenaba a la pobreza más absoluta.
Por otra parte
hay quien está muy interesado en alentar el culto a la personalidad de los
grandes hombres una vez han muerto, como si sólo unas pocas personas fueran
capaces de conseguir cambios en la sociedad y los demás sólo pudiéramos
llorarlos y seguir con nuestras vidas. La sociedad sudafricana cambió no sólo por
Nelson Mandela sino por todos los que como él lucharon para conseguir ese
cambio. Se consiguieron cosas buenas y hay otras muchas que no se han conseguido y que tendrán que seguir
siendo defendidas por la población si quieren dejar de ser desfavorecidos.
Incluso contra los de su propia raza, porque no es sólo una cuestión de color
de piel, sino de avaricia y poder.
Recordemos por qué luchaba y fue encarcelado:
Primera entrevista televisiva de Mandela (1961)
Leamos a Hugo Martínez Abarca, miembro del Consejo Político Federal de Izquierda Unida, que no quiere que las lágrimas por Nelson Mandela nos impidan discernir cuál fue y debe seguir siendo la esencia de su lucha:
Las lágrimas por Nelson Mandela
Las lágrimas por Nelson Mandela
Y reflexionemos con Hugo Sáenz de Ugarte, subdirector de el diario.es, sobre las luces y las sombras del proceso de transformación social y política desarrollado en sudáfrica en los últimos treinta años y que no tiene aún un final feliz.
¿Qué fue de la reconciliación económica en la Suráfrica de Mandela?
¿Qué fue de la reconciliación económica en la Suráfrica de Mandela?
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=IH8YJ_nPylk
ResponderEliminarBuenísimo el enlace...y perturbador...
ResponderEliminarSe ha montado un espectáculo obsceno en torno al cadaver de Mandela. Suele pasar.
ResponderEliminarAhora lo ensalzan quienes antes le tildaban de terrorista, por defender las acciones armadas contra el régimen racista en África del Sur.
Pero, si se busca un poco se vé que lo que elogian son sus últimos años, cuando el CNA renunció a su programa socialista, se convirtió en un partido del sistema y sus dirigentes se enriquecieron a través de la corrupción y del tráfico de influencias.
El CNA mantuvo intacto el poder de los grandes capitales y de las multinacionales en su país. El racismo dejó paso al clasismo, del que era, a su vez, padre e hijo...
En cualquier caso, merece la pena resaltar la lucha inclaudicable que mantuvo durante decenas de años y su ejemplo de resistencia en la cárcel.
El 20/04/1964 ante el Tribunal Supremo de Pretoria que le condenó a cadena perpetua, explicó por qué recurrió a la violencia para combatir el racismo:
ResponderEliminar“Yo y las demás personas que fundaron la organización pesamos que sin violencia no se abriría ninguna vía para que el pueblo africano venza en su lucha contra el principio de la supremacía blanca. Todas las formas legales de expresar la oposición a este principio habían sido proscritas por ley y nos veíamos en una situación en la que teníamos que elegir entre aceptar un estado permanente de inferioridad o desafiar al Gobierno. Optamos por desafiar la ley. La respuesta del Gobierno fue aprobar leyes nuevas y más estrictas, movilizar a las fuerzas armadas y enviar mercenarios, vehículos armados y soldados a los municipios segregados en lo que constituyó un alarde de fuerza masivo para intimidar a la gente. El Gobierno había decidido gobernar exclusivamente por la fuerza”...
“Primero infringimos la ley de un modo que eludía todo recurso a la violencia; cuando se legisló contra esta vía, y a continuación el Gobierno recurrió a una demostración de fuerza para aplastar la oposición a sus políticas, solo entonces decidimos responder a la violencia con violencia”... “Solo cuando todo lo demás había fracasado, cuando todas las vías de protesta pacífica se nos habían cerrado, tomamos la decisión de recurrir a formas violentas de lucha política. Lo único que puedo decir es que me sentía moralmente obligado a hacer lo que hice”...
“Nuestra lucha es contra adversidades reales, y no imaginarias, o, usando el lenguaje del fiscal del Estado, “las llamadas adversidades”. Básicamente, luchamos contra dos elementos que caracterizan la vida en Sudáfrica y que están reforzados por la legislación. Estos elementos son la pobreza y la falta de dignidad humana”...